TAREA 6: ORGANIZAR UN TORNEO DE DEBATE
Grupo formado por: Eguzki Abad, Nieves Delgado y Alejandro Agós.
Tras una reunión en el pasillo de toda la clase (15 alumnos) en la que discutimos y acordamos la organización del torneo de debate: estructura (dos semifinales y una final) , definición de grupos (4 grupos de 3 personas como participantes y otro grupo de 3 como jueces-moderadores), los temas a debatir (en cada fase del torneo) y tareas de cada grupo. Pasamos a sortear quién ocuparía cada uno de los roles.
En nuestro caso quedamos asignados al grupo 2, encargados de preparar una de las semifinales debatiendo con el grupo 1 y en caso de ser los ganadores debatir en la final.
Los temas asignados son:
-- Para las Semifinales :
¿ES ACERTADO ADELANTAR LOS EXÁMENES DE RECUPERACIÓN DE SEPTIEMBRE A JUNIO?
-- Para la Final :
¿ AUMENTARÍAS LA EDAD OBLIGATORIA DE ESCOLARIZACIÓN HASTA LOS 18 AÑOS?
Con estas premisas, el grupo se reúne en clase y comienza a recopilar información sobre los dos temas y hacemos una puesta en común discutiendo y acordando cómo preparar las introducciones teniendo en cuenta que han de servir para defender ambas posturas (hasta el momento del debate no se sabrá) y los diferentes argumentos en pro y contra.
Como no terminamos con todo en el tiempo de clase, continuamos los dos días siguientes con intercambio de correos aportando ideas y puliendo nuestra intervención.
Sobre la base del torneo decidida por el grupo de los jueces y expuesta en este blog:
https://emigrantetecnologico.blogspot.com/
Nuestro argumentario para el debate será el siguiente:
TEMA DE SEMIFINALES:
¿ES ACERTADO ADELANTAR LOS EXÁMENES DE
RECUPERACIÓN DE SEPTIEMBRE A JUNIO?
A FAVOR
EXÁMENES EN JUNIO
(argumentos)
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A FAVOR
EXÁMENES EN SEPTIEMBRE
(argumentos)
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ACADÉMICOS:
*Andreas Schleider,
director de educación de la OCDE, afirma: “En general las vacaciones de
verano son malos para los resultados de los exámenes. Hay investigaciones que
demuestran que el estudiante olvida muchos contenidos, por lo que retrasar el
examen puede suponerles una desventaja”.
*Lógicamente el espacio entre unos exámenes y otros es de apenas dos
semanas, con lo que el alumno tiene los temas más frescos, se encuentra más
acostumbrado a la dinámica de los exámenes. Y además cuenta con la
inestimable ayuda del propio profesorado durante esas dos semanas, que van a
poder asesorarles de forma personalizada, puesto que conocen directamente al
alumno y sus puntos fuertes y débiles.
Además la prueba de Septiembre aleja el resultado de la evaluación
continua y no garantiza que el profesor que ha impartido la asignatura en
Junio sea el que la corrija en Septiembre.
*Los primeros resultados avalan el cambio.
La Consejera del Gobierno de Navarra, María Solana, ofreció en
Septiembre del 2017 en el parlamento los siguientes datos:
“en el curso 2013-14 en primero de la ESO promocionaba
un 86% de alumnos por un 90% en el pasado curso. En segundo de la ESO
han promocionado un 87,69% y en tercero ha sido de un 85,9% mientras que en
cuarto ha subido dos puntos. Y en primero de Bachillerato se ha mantenido
igual y se ha registrado una subida de dos puntos en segundo de Bachillerato.”
Esto unido a las cifras de otras comunidades
que también avalan esta mejora, cabe concluir que ha sido una medida
positiva.
*Permite una mejor planificación de los
Centros, ya que facilita enormemente las decisiones sobre plantillas y horarios.
Así como la contratación de profesorado interino antes de comenzar el curso.
SOCIALES:
*Conciliación familiar. -Los
padres de los alumnos tienen que adaptarse al verano de los hijos en caso de
suspender y presentarse en septiembre (cambios vacacionales o económicos
generadores de estrés).
-El alumno tiene el verano libre, necesita tiempo para descansar,
especialmente en las etapas más tempranas de su desarrollo.
-Genera estrés en el alumno,
vive sus meses de verano con nerviosismo e incertidumbre. No llega a
desconectar del ámbito escolar.
ECONÓMICOS:
*”Democratiza” las posibilidades del alumnado, en este caso no hay
que pagar una Academia, que no todos los alumnos se pueden permitir.
Y supone un ahorro para las familias.
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ACADÉMICOS:
* Nicolás Fernández, presidente de la
Asociación Nacional del Profesorado Estatal (ANPE), declara que “No
tiene sentido, un alumno que el 20 de junio no ha tenido un rendimiento
satisfactorio de una asignatura anual, no lo va a tener dos o tres semanas después”.
-Es una forma de evaluación discriminatoria, ya que aquellos alumnos
que no hayan trabajado pero tengan un coeficiente alto podrán aprobar con
facilidad en junio. En cambio, aquellos que quizá se han esforzado más pero
no tienen tantas capacidades y necesitan más tiempo para estudiar, no tendrán
esa oportunidad.
-A raíz de lo anterior una persona que haya tenido dificultades
durante el curso (separación de padres, falta de autoestima, bulling…etc ) si
las recuperaciones son en junio es posible que no le dé tiempo a gestionar
todo el trabajo que tiene por delante.
-En junio es posible que el estudiante esté más cansado por el final
de curso. Hasta septiembre, sin embargo tiene el verano para descansar, al
mismo tiempo que estudia.
*Profesores se quejan de que se reducen los instrumentos que el
profesor tiene para evaluar al alumno, quizás el profesor no quiera evaluar
con un examen sino con trabajos o con lecturas. Esto no se puede hacer en dos
semanas.
*Altos niveles de absentismo
en las aulas de alumnos que aprueban en los finales y no tienen necesidad
de presentarse a las recuperaciones. En 2018 según cifras de Consejería de
Madrid, se llegó a niveles del 90% en
bachiller y 60% en el caso de la ESO.
Incluso hay asociaciones de
padres que se quejan que no se completa el temario por preparar estos
exámenes.
* -El alumno tras los exámenes de septiembre se adapta más fácilmente
al inicio de curso
SOCIALES:
*La familia puede implicarse en los estudios de sus hijos durante el
verano, fomentando una cohesión de la institución. Es una “excusa” para pasar
un tiempo juntos y compartir logros.
ECONÓMICOS:
* Genera empleo para las academias y profesores de refuerzo de las
asignaturas suspendidas.
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TEMA DE LA
FINAL:
¿ AUMENTARÍAS
LA EDAD OBLIGATORIA DE ESCOLARIZACIÓN HASTA LOS 18 AÑOS?
ACADÉMICOS:
-El Parlamento Europeo ha recomendado alargar los
tiempos de escolarización un par de años más. En
la sociedad actual, se necesita una población con altos niveles educativos
para competir a nivel global.
-Dos años más da oportunidad al sistema educativo para
“recuperar” alumnos que a los 16 años pueden pasar por una fase complicada.
- Prolongar supone disponer de más periodo
de maduración y reflexión hacia tus ambiciones profesionales.
-Funciona bien en otros países como: Alemania, Bélgica,
Hungría, Holanda Polonia y Portugal.
-En España sería especialmente beneficioso porque de
facto (debido a las altas tasas de paro juvenil) muy pocas personas tienen un
contrato de trabajo a los 16 años. Así se evitaría tener una bolsa de
personas que ni trabajan , ni estudian.
SOCIALES:
-Se conseguiría promover una mayor igualdad, ya que el
abandono escolar se concentra en determinados sectores sociales.
ECONÓMICOS:
- Según expertos (López Rupérez) cada año extra de
experiencia en Bachillerato y FP Medio supone un incremento en el individuo
de un 12% en sus ingresos anuales. Y por tanto la mengua en recepción de
impuestos para el Estado.
-Retrasas la edad de participar en el
mercado laboral, posible reducción del paro.
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ACADÉMICOS:
-La permanencia en la escuela, no significa que el
alumno aumente sus conocimientos. Simplemente pasa el tiempo. Lo cual, unido
a la alta tasa de repetición actual daría lugar a situaciones complicadas en
las aulas. Distracción para otros alumnos, absorción de esfuerzos docentes.
- Hay otros países, con buenos resultados académicos y
bajas tasas de abandono, que mantienen la edad en los 16 años. Por ejemplo,
los nórdicos, Irlanda, UK, Luxemburgo.
-No por estar escolarizado más
tiempo se tienen más oportunidades laborales. Hoy
la estancia en un centro educativo no te respalda en el mercado de trabajo.
Rigen las calificaciones obtenidas.
-Hay otros lugares donde se podrían adquirir destrezas.
SOCIALES:
-Hay familias que no se pueden permitir mantener a
sus hijos sin “traer dinero a casa” hasta los 18 años. Por qué obligar si
puede retornar más tarde.
ECONÓMICOS:
-¿La elección del estudiante dónde queda? Hay estudiantes (y sus familias) que a esa edad
preferirían trabajar a estudiar. En la legislación española actual, con 16
años el Estatuto de los Trabajadores te capacita para trabajar, habría que
conciliar esta medida.
-El coste sería alto. López Rupérez lo estima en 1000
millones en tres ejercicios. Se necesitaría además otorgar a los centros de
una mayor flexibilidad para organizar la enseñanza. Compatibilizar en muchos
casos práctica con estudios, implicaría ofertar enseñanza matutina o vespertina.
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